Antonio Alvarez Bürger
Los peces de mi océano,
curiosos roedores de mirada suspicaz,
te fueron a buscar y te introdujeron
a mi nao lamida por las resacas y los vientos
y ahí estaban mis vítreos ojos observándome
y buscándote
y yo sin poder fijar mi humanidad
reducido a inquietos fragmentos
buceando entre los líquenes arrastrados
desde los roqueríos
para apurar la travesía
cogerte en un descuido entre tus sábanas
y sumergirme en ti.
Los peces de mi océano,
curiosos roedores de mirada suspicaz,
te fueron a buscar y te introdujeron
a mi nao lamida por las resacas y los vientos
y ahí estaban mis vítreos ojos observándome
y buscándote
y yo sin poder fijar mi humanidad
reducido a inquietos fragmentos
buceando entre los líquenes arrastrados
desde los roqueríos
para apurar la travesía
cogerte en un descuido entre tus sábanas
y sumergirme en ti.
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