Milena Rodríguez Gutiérrez
Le llamamos amor,
Ya se sabe, costumbre,
Ganas de que la vida suene como un tango.
Ansias
De mudarnos a un sitio confortable
Donde cambien pañuelos por la luna,
Donde se sirvan, frescos, los milagros.
Y sentimos un ruido allí en el pecho
Y abrimos
Y no hay nadie
Sólo la soledad dando portazos.
Le llamamos amor,
Ya se sabe, costumbre,
Ganas de que la vida suene como un tango.
Ansias
De mudarnos a un sitio confortable
Donde cambien pañuelos por la luna,
Donde se sirvan, frescos, los milagros.
Y sentimos un ruido allí en el pecho
Y abrimos
Y no hay nadie
Sólo la soledad dando portazos.
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